Numerosas reacciones a propuesta migratoria

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El senador republicano John McCain (izquierda) y el senador demócrata Charles Schumer hablan con representantes de los medios de comunicación fuera de la Casa Blanca, el martes 16 de abril de 2013, en Washington, luego de una reunión con el presidente Barack Obama para hablar sobre una propuesta para reformar las leyes de inmigración. (Foto AP/Manuel Balce Ceneta)

WASHINGTON (AP) — Sectores conservadores criticaron al proyecto de ley de reforma migratoria presentado el miércoles y afirmaron que se trata de una recompensa inmerecida para personas que ingresaron a Estados Unidos violando las leyes, mientras que activistas que velan por los inmigrantes hispanos cuestionaron que la iniciativa condicione la opción de la naturalización a la mejora de la seguridad fronteriza.

El representante republicano Lamar Smith señaló que el proyecto de ley, intento más ambicioso de reformar el sistema migratorio estadounidense desde 2007, es “peor de lo que pensábamos” porque “además de los 11 millones de inmigrantes ilegales ya en el país, ofrece legalizar a los parientes de inmigrantes ilegales fuera de Estados Unidos e incluso otros que ya han sido deportados”.

La medida establece que los deportados antes del 31 de diciembre de 2011 sin cargos criminales pueden solicitar su reingreso a Estados Unidos con el estatus legal provisional si son esposos o parientes de un niño estadounidense o residente permanente.

Según el director del Centro para Estudios Migratorios (CIS por sus siglas en inglés) Mark Krikorian, el proyecto de ley es inadecuado porque concede la legalización provisional de manera casi inmediata pero promete para el futuro la seguridad fronteriza.

“Una vez que los ex ilegales hayan obtenido el estatus legal provisional, no tiene mucha importancia si el próximo requisito se cumple porque simplemente significará que ellos no pueden obtener la residencia permanente. ¿Pero eso realmente les importa?”, se preguntó.

Entretanto, el Movimiento por Una Reforma Migratoria Justa (FIRM, por sus siglas en inglés), calificó el proyecto de ley a través de su portavoz Kica Matos como un “punto de partida” y expresó su disposición para mejorarlo expandiendo “la cantidad de personas que son elegibles para la ciudadanía”.

“La fecha límite para elegibilidad, así como otras restricciones injustas, dejarán a cientos de miles de familias fuera del proceso y crearán todos los problemas morales y prácticos con que empezamos. Que el proceso para la ciudadanía tome 13 años es injusto; se tiene que reducir sustancialmente”, indicó la portavoz de la coalición más grande de grupos de derechos de inmigrantes.

Los inmigrantes sin papeles que hayan fijado residencia en Estados Unidos antes del 31 de marzo de 2011 que aún permanezcan en el país y que cumplan con otros requisitos legales podrán obtener un estatus legal provisional una vez que la Secretaría de Seguridad Nacional certifique al Congreso un aumento en la seguridad fronteriza y optar por la residencia permanente 10 años más tarde, según el proyecto de ley.

Eliseo Medina, tesorero del Sindicato Internacional de los Empleados de Servicios (SEIU por sus siglas en ingles)., indicó que el proyecto de ley “es el principio, y no el fin. Hay muchas formas de negar la ciudadanía, el costo es una y la duración del proceso es otro”.

En una conferencia telefónica que ofreció junto a otros líderes activistas de la Alianza para la Ciudadanía, Medina consideró que el sistema “es el cimiento de la oportunidad para que los inmigrantes salgan de las sombras y alcancen la ciudadanía”.

Richard Trumka, presidente del sindicato AFL-CIO, expresó su satisfacción diciendo que el miércoles era “un gran día, un muy buen día”, pero aseguró que “será mucho mejor cuando la gente ya no tenga que preocuparse por las deportaciones y cuando los 11 millones de personas indocumentadas se conviertan en ciudadanos”.

El grupo bipartidista de ocho senadores dijo que la propuesta de ley de reforma migratoria que presentaron el miércoles es un punto de partida que se fortalecerá con sugerencias aportadas por diferentes actores del espectro político.

El proyecto busca condicionar a un reforzamiento de la seguridad fronteriza la opción de la naturalización para los 11 millones de inmigrantes sin papeles

“Nuestro sistema migratorio está roto y es hora de una conversación nacional sobre cómo arreglarlo”, dijeron en un comunicado los republicanos Marco Rubio, John McCain, Jeff Flake y Lindsey Graham, y los demócratas Dick Durbin, Chuck Schumer, Bob Menéndez y Michael Bennet.

La presentación del proyecto de ley abrirá un debate público que se iniciará con las audiencias que el comité judicial del Senado prevé para el viernes y el lunes. La iniciativa es la más ambiciosa desde la presentada ante el pleno del Senado en 2007, pero su éxito no está garantizado.

El presidente del comité judicial de Senado, el demócrata Patrick Leahy, indicó que una vez que se ha presentado el proyecto de ley “podemos comenzar el trabajo serio de debatir y votar las enmiendas, y votar una versión con enmiendas para elevarla al pleno de Senado”. La jefa de la bancada republicana en la cámara baja, Cathy McMorris Rodgers, expresó su disposición a continuar “en los próximos meses con esta conversación necesaria”.

La nueva legislación busca reformar radicalmente el sistema de inmigración de Estados Unidos: anuncia el comienzo de nuevos programas de visas para trabajadores de baja y alta cualificación, requiere un enfoque nuevo y estricto sobre la seguridad fronteriza, instituye un nuevo requisito de que todos los patrones verifiquen el estatus legal de sus trabajadores, y abre un camino hacia la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes que están en el país de forma ilegal.

La Unión de Campesinos (UFW por sus siglas en inglés), la mayor coalición de jornaleros agrícolas en Estados Unidos, señaló en un comunicado que el proyecto de ley “ayudará a mejorar las condiciones y oportunidades laborales” y “ayudará a muchos jornaleros indocumentados a obtener la legalización mientras continúa trabajando en el sector agrícola”.

La UFW recibió también de manera positiva que el programa de visas H-2A será reemplazado con un programa nuevo que “incluirá importantes protecciones nuevas”.

El documento de 844 páginas, negociado a puertas cerradas durante meses y presentado al Senado en la madrugada del miércoles, está numerado S. 744 y lleva como título “Proyecto de Ley 2013 para la Seguridad Fronteriza, Oportunidad Económica y Modernización Migratoria”.

El presidente Barack Obama ha reiterado su expectativa de que el proceso legislativo culmine durante el primer semestre de 2013 y el martes afirmó que el proyecto incluye conceptos fundamentales con los que él coincide aunque admitió que la iniciativa no satisface sus expectativas completamente..

Los integrantes de otro grupo bipartidista de ocho legisladores en la cámara baja aplaudieron la iniciativa del Senado y ofrecieron tener pronto su propia versión, aunque no especificaron una fecha

El presidente del Comité de Legisladores Hispanos, el demócrata Rubén Hinojosa, expresó en un comunicado su beneplácito porque el proyecto de ley incluye “la mejor propuesta jamás presentada a los Dreamers”, refiriéndose a los inmigrantes menores de 30 años que fueron traídos a Estados Unidos sin autorización cuando eran niños.

El proyecto de ley propone que los Dreamers y los extranjeros dedicados a labores agrícolas legalicen su estatus sin esperar a la certificación de la seguridad fronteriza, por lo que podrían obtener su residencia permanente al cabo de cinco años y los Dreamers podrían obtener la naturalización inmediatamente después.

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