MEXICO (AP) — La pasión de Matt Dillon por la música afrolatina le permitió conocer de cerca al cantautor Francisco Fellove, el astro de la música cubana fallecido el fin de semana pasado en la capital mexicana, y a quien el actor retrata en un documental.
Dillon se encontraba en la Ciudad de México trabajando en su proyecto sobre el desarrollo de los ritmos afrocaribeños y sus máximos exponentes, cuando lo sorprendió la muerte del Gran Fellove.
“Lo conocí (a Fellove) por mi gusto a la música afrolatina, y después, por medio de un amigo, supe que Fellove vivía en la Ciudad de México, así que vine a entrevistarlo acá hace algunos años”, dijo Dillon el martes, durante una conferencia de prensa realizada en la ciudad donde el actor celebraba el segundo aniversario de La Casa del Cine MX, una instancia que apoya la realización y difusión del cine independiente.
“Lo considero un gran artista, y aunque desafortunadamente ya no está entre nosotros, nos dejó un gran legado musical, digno de difundirse. Fue un privilegio para mi poder trabajar y convivir con él”, añadió el actor que el lunes cumplió 49 años.
Incluso Dillon acudió el fin de semana pasado a la agencia funeraria donde el cuerpo de Fellove fue velado. La estrella de la música cubana murió a los 89 años en la capital mexicana.
“Fellove fue un artista vanguardista, siempre fue un paso adelante y le imprimió mucha pasión a lo que hacía”, dijo el protagonista de filmes como “There’s Something About Mary” y “Singles”.
Originario de La Habana, el Gran Fellove fue autor del popular tema “Mango, mangué”, que se convirtió en uno de los grandes éxitos de la música cubana, y al que Celia Cruz y Johnny Pacheco prestaron su voz.
Fellove llegó a México en 1955, donde se estableció y vivió el resto de sus días. Entre los múltiples reconocimientos a los que se hizo acreedor destaca el homenaje que en 2008 la Sociedad de Autores y Compositores de México le otorgó al cumplir 50 años de trayectoria artística.
El documental de Dillon sobre la música afrocaribeña abordará también la música de los artistas mexicanos Juan García Esquivel y el conjunto Lobo y Melón.
El nominado al Oscar en 2005 por su actuación en la cinta “Crash” contó que su interés por la música afrocaribeña nació hace diez años, cuando viajaba en un taxi en Nueva York, y el conductor escuchaba canciones de La Sonora Matancera y Charlie Palmieri. Fue tal el gusto que adoptó por ritmos como la salsa y el guaguancó que acudió a una tienda de discos especializada para adentrarse en el tema de los ritmos latinos, especialmente los cubanos.
Dillon señaló que por ahora no tiene proyectos de ficción y sólo está concentrado en su documental, filmado en la Ciudad de México y Nueva York, el cual se encuentra actualmente en proceso de producción.
“El género del documental es un nuevo reto para mí, pero también una grata experiencia porque aprendes mucho durante el proceso de realización y edición”, apuntó.
El histrión, quien estuvo acompañado por la actriz mexicana Ilse Salas y Carlos Sosa, director de La Casa del Cine MX, afirmó que apoya la casa porque le pareció maravillosa la idea de impulsar un foro en México donde se formen públicos cinéfilos y creadores de cine independiente.
“La libertad lo es todo y esa es una bondad que he encontrado en el cine independiente. Siempre trato de trabajar con directores y actores que tienen su propia visión de las cosas “, dijo Dillon.