Casi cuatro años después de la muerte de Michael Jackson, el cantante aún sigue siendo noticia. Al parecer, el ayudante médico de la Oficina del Forense de Los Ángeles, Christopher Rogers, ha declarado en el juicio civil del fallecimiento de Jackson, que la popular estrella del pop padecía de artritis en la zona lumbar y en los dedos. Rogers es uno de los más de 100 testigos que se espera que declaren en la Corte Superior del condado durante los próximos meses.
Según el médico, los síntomas de esta enfermedad degenerativa son el dolor asociado al movimiento, una pérdida notable en la flexibilidad y molestias que se intensifican por la noche y al despertarse. En el momento de su muerte, el rey del pop medía 5,8 pies y pesaba 134 libras. En la misma línea, según el diario Los Angeles Times, el forense admitió que Michael Jackson sufría una enfermedad que despigmentaba su piel y que se había tatuado los labios de rosa y las cejas y la frente de negro.