Una de las apuestas más fuertes de la legislatura del presidente Barack Obama, la reforma sanitaria o “ObamaCare” promulgada en 2010, ha arrancado con algunas demoras y problemas menores para facilitar a millones de ciudadanos inscribirse en planes privados de salud. Con este nuevo plan, los casi 48 millones de personas que no tienen seguro médico podrán acceder a uno a precios asequibles. En 34 de los 50 estados del país, el Gobierno Federal regulará total o parcialmente el funcionamiento de estos mercados, que estarán abiertos durante seis meses, hasta finales de marzo. El objetivo es que el mayor número de personas tenga una cobertura sanitaria antes del 1 de enero de 2014, que es cuando será obligatorio poseer un seguro médico.
Según los datos oficiales divulgados por el Gobierno a finales de septiembre, la media de los nuevos seguros costará unos 328 dólares al mes. Sin embargo, en los estados donde la tasa de población sin seguro es mayor, el coste será diferente: 373 dólares en California, 305 en Texas y 328 en Florida.
El sistema ofrece diferentes niveles según los cuales un plan bronce cubre hasta el 60% de los gastos; plata hasta el 70% y platino, el 90%.