RIO DE JANEIRO (AP) — Brasil y otros países de América del Sur apoyaron la decisión de Venezuela de aplazar la toma de posesión del enfermo presidente venezolano Hugo Chávez, y los presidentes de Uruguay y Bolivia, así como el primer ministro de Haití viajarán a Caracas el miércoles en muestra de apoyo.
Sin embargo, algunos vecinos de la región, como Chile, se aliaron a la Unión Europea y Estados Unidos en tomar distancia del debate legal sobre la toma de posesión, que había sido programada para el jueves.
Chávez, de 58 años de edad, se sometió en diciembre a una cuarta operación relacionada con su cáncer en Cuba, donde permanece en recuperación.
Sus partidarios aplazaron la ceremonia en la que prestaría juramento para un nuevo período presidencial, mientras que una coalición de la oposición sostiene que eso viola la Constitución de Venezuela.
El respaldo de Brasil como potencia regional es especialmente importante a medida que Venezuela trata de manejar su futuro político, opinó Adam Isacson, de la organización de investigaciones Washington Office on Latin America, con sede en la capital estadounidense.
“Brasil tiene antecedentes de decirle ‘no’ a Venezuela, de ser independiente”, agregó Isacson. Por eso, cuando Brasil ofrece su apoyo “realmente cuenta, no es un acto reflejo” de respuesta, dijo.
Marco Aurelio Garcia, el principal asesor en asuntos internacionales de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, visitó La Habana el 31 de diciembre y el 1 de enero, donde se reunió con las autoridades cubanas y el vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, pero no con el propio Chávez.
Garcia ha dicho que lo que escuchó en Cuba y que lo que encontró con una investigación adicional, lo convenció de que la Constitución venezolana establece que es posible posponer la toma de posesión presidencial si el mandatario electo no puede asistir.
Dejó en claro que a Brasil no le preocupado esta situación.
“El gobierno de Brasil, el Mercosur y la Unasur estarían preocupados si hubiese un proceso de inestabilidad en Venezuela, en el cual hubiese una alteración del orden”, dijo Garcia, en referencia a los bloques comerciales más importantes de América del Sur.
El apoyo más fuerte a Chávez proviene de otros líderes y gobiernos de izquierda de América Latina y que dependen de Venezuela para ayuda.
El presidente de Uruguay José Mujica, un ex guerrillero conocido por su estilo modesto de vida y por favorecer la legalización de la marihuana, el matrimonio homosexual y el derecho al aborto, viajó a Caracas en una muestra de solidaridad, en su calidad de mandatario y como jefe pro tempore del Mercosur.
El presidente boliviano Evo Morales y el primer ministro haitiano, Laurent Lamothe, también viajaban a la capital venezolana. Se espera que ellos y Mujica asistan el jueves a una reunión de partidarios de Chávez en el palacio presidencial.
Al igual que otros países del Caribe y de América Central, Haití se beneficia de Petrocaribe, un programa venezolano que suministra combustible y que permite a las naciones pagar parte de la factura con productos como arroz y frijoles en lugar de efectivo. A Haití le conviene este tipo de acuerdo porque tiene menos condiciones que las que imponen Estados Unidos y otros donantes.
“Nos ayudaron después de las inundaciones (de 2012). Ellos enviaron más de 600 toneladas de alimentos recientemente. Ellos nos ayudan todos los días con Petrocaribe”, dijo Lamothe antes de abordar un vuelo con destino a Venezuela. “Vamos allí para rendir homenaje a su pueblo y, por supuesto, mostrar solidaridad con el pueblo venezolano”.
La presidenta argentina Cristina Fernández envió al miércoles al canciller Héctor Timerman a Caracas para expresar el apoyo explícito de su país al gobierno y el pueblo de Venezuela. Dijo que América Latina está unida en los deseos de que Chávez mejore y anunció que el viernes ella misma viajará a La Habana, donde espera reunirse con Chávez.
Argentina ha mantenido lazos estrechos con Venezuela desde la crisis económica de 2001, cuando Chávez comenzó a comprar bonos argentinos. Fernández y su difunto esposo y predecesor en la presidencia Néstor Kirchner consideraron la medida un gesto de solidaridad.
Estados Unidos se ha mantenido al margen del debate legal.
“Es una decisión que tienen que tomar los venezolanos para los venezolanos”, dijo el miércoles la portavoz del Departamento de Estado Victoria Nuland. “Es algo que debe ser por consenso, por acuerdo, tiene que ser transparente, pero no es nuestra decisión. Corresponde a los venezolanos”.
Aun así, con Chávez posiblemente en sus últimos días luego de 14 años de combatir la influencia estadounidense en Latinoamérica, pudiera existir una oportunidad de mejorar las relaciones entre los dos países, dijo Nuland.
La Unión Europea, que usualmente se abstiene de opinar en asuntos internacionales, incluso entre sus miembros, se mostró igualmente neutral.
La UE elogió el compromiso del país con la democracia y sólo hizo notar que “es importante que se respete la Constitución, que sea interpretada correctamente y que se preserve una forma ordenada de gobierno”, dijo en una declaración Maja Kocijancic, portavoz de la comisionada de Relaciones Exteriores de la UE Catherine Ashton.
España, que tiene fuertes lazos económicos pero una difícil relación económica con Venezuela, no ha dicho nada.
Con un desempleo de 25% y sin indicios de una recuperación económica, en España los debates políticos quedan al final, dijo Martín Santiváñez, experto de relaciones internacionales en La Universidad de Navarra. “Ellos están esperando a que la situación se defina sobre la base de la salud del presidente Chávez antes de refinar sus conversaciones y sus relaciones con Venezuela”.
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Los periodistas de The Associated Press Trenton Daniel en Puerto Príncipe, Haití; Bradley Klapper en Washington; Marco Sibaja en Brasilia, Brasil; Jorge Sainz en Madrid; Pablo Fernandez en Montevideo, Uruguay; Almudena Calatrava en Buenos Aires, Argentina; y Don Melvin en Bruselas colaboraron para este despacho.
Associated Press
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