WASHINGTON (AP) — Al aprobar el miércoles por la madrugada un proyecto de ley que impide la caída de la economía nacional en el llamado “precipicio fiscal”, el Congreso otorgó al presidente Barack Obama la mayor parte de las nuevas cargas fiscales que había exigido a los ricos, sin reducir el déficit presupuestario, que seguirá aumentando a lo largo de una década.
Además, la iniciativa evita a los representantes republicanos tener que cargar con la culpa de no haber sacado adelante el plan, aunque muchos de ellos se alejaron del presidente de la Cámara John Boehner y se opusieron a la medida.
Empero, la aprobación no impedirá nuevas batallas sobre el aumento de los gastos federales y la deuda.
La Cámara, dominada por los republicanos, aprobó el proyecto por 257-167 votos la noche del martes, tras haberlo hecho el Senado, dominado por los demócratas, por 89-8.
“La promesa central de mi campaña presidencial fue cambiar un sistema fiscal demasiado beneficioso para los acaudalados a expensas de la clase media estadounidense”, dijo Obama en la Casa Blanca antes de regresar a Hawai para reanudar sus vacaciones navideñas. “Esta noche lo hemos logrado”.
El proyecto aumenta del 35% al 39,6% la escala máxima impositiva a los ingresos anuales superiores a los 400.000 dólares por parte de individuos y a los 450.000 dólares en el caso de las parejas. Obama había prometido el año pasado aumentar los impuestos a los ingresos de 200.000 dólares a individuos y 250.000 dólares a las parejas.
Muchos legisladores republicanos votaron a favor, pese a la oposición tradicional del partido al aumento de los impuestos.
El proyecto de ley elevará igualmente los impuestos a los dividendos, ganancias de capital, y herencias e impedirá que el impuesto alternativo mínimo afecte a millones de personas porque desde su creación en la década de 1960 nunca fue ajustado a la inflación. Igualmente, extenderá a 99 semanas los beneficios por desempleo a unos 2 millones de parados; postergará el pago de los programas sociales de salud a los médicos y pospondrá por dos meses reducciones monumentales en gastos militares y programas sociales.
Ambas partes lamentaron no haber podido reducir en forma alguna el galopante déficit federal. Pero tampoco mencionaron otro de sus fracasos: la inmediata expiración de un plan adoptado hace dos años que redujo del 6,2% al 4,2% el impuesto de la Seguridad Social aplicado a los salarios.
En total, el proyecto de ley agregará casi 4 billones de dólares en números rojos al déficit de Estados Unidos en la próxima década, según la Oficina Presupuestaria del Congreso, una entidad apolítica.
La magnitud de la iniciativa avalada disminuyó considerablemente en los dos meses desde que Obama convocó a los dirigentes legislativos a la Casa Blanca para un primer intento de llegar a una solución negociada después de los comicios.
Ante ese panorama, los dos bandos ya empezaron a maniobrar para la próxima ronda en una lucha aparentemente incesante en torno a los impuestos y el gasto público.
En un comunicado después de la votación en la cámara baja, Boehner advirtió que el centro de atención cambiaba ahora al gasto.
“El pueblo estadounidense reeligió una mayoría republicana en la cámara (baja), y la usaremos en 2013 para hacer que el presidente responda por el enfoque ‘equilibrado’ que prometió, lo cual significa reducciones significativas al gasto y reformas a los programas sociales que están endeudando más y más a nuestro país”.
Los republicanos de la mayoría realizaron su mejor esfuerzo para minimizar las alzas fiscales en la iniciativa, de la misma forma en que abandonaron su exigencia hecha anteriormente en el día para agregar recortes al gasto en el paquete.
Nancy Pelosi, la dirigente demócrata en la cámara baja, afirmó que el proyecto incluye un “alivio fiscal permanente a la clase media”, y pidió a los legisladores un apoyo bipartidista, como ocurrió en el Senado.
Diversos economistas advirtieron que, sin la actuación del Congreso, los aumentos fiscales y las reducciones al gasto que técnicamente entraron en vigencia con el nuevo año podrían sumir a la economía en la recesión.
Incluso con la promulgación de la iniciativa, los impuestos van a aumentar para millones de personas.
Una reducción temporal de dos puntos porcentuales en el impuesto a la nómina de la Seguridad Social, implementada hace dos años para estimular la economía, expiró junto con 2012. Ni Obama ni los republicanos efectuaron gestiones significativas para prorrogar esa disminución.
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Los reporteros de AP David Espo, Charles Babington, Andrew Taylor y Larry Margasak contribuyeron a este artículo.
Associated Press
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