Se preveé que el noreste del país tenga aumentos temporales de precios y extensas filas en las gasolineras en las áreas devastadas por la tormenta, pero el resto del país tiene suministros suficientes en una época del año cuando la demanda es normalmente baja, dicen los analistas de la industria. Y eso significa una continuación de la caída de precios que se inició a principios de octubre.
La demanda de gas es probable que se deslice aún más porque la gente de Nueva Jersey, Nueva York y estados vecinos no van a viajar tanto.
“Hay ciudades que se cierran, la gente no va a funcionar, la gente no se mueve alrededor”, dijo Phil Flynn, analista de mercado para el Price Futures Group, un corredor de futuros independientes. “Hay tanta demanda que no está sucediendo.”
Aunque Sandy golpeó fuertemente las áreas costeras, sólo dos de las nueve refinerías de la región han sido noqueadas, y no producen gas suficiente para hacer una gran diferencia a nivel nacional, dijo Tom Kloza, principal analista petrolero en el Servicio de Información de Precios del Petróleo.
Lo que podría causar problemas es la falta de energía en los tanques de almacenamiento de petróleo y oleoductos alrededor de el harbor de Nueva York, estos tanques toman gasolina de los buques y la distribuyen a otras partes del país. Sin energía va a ser difícil mover los suministros y las reservas de gasolina, pero Kloza no piensa que va a durar mucho tiempo.
“El país no debe tener ningún tipo de problema”, dijo. “Nueva Jersey, Long Island, Nueva York, van a tener problemas, pero la mayoría van a estar relacionados con la falta de energía.”
El miércoles, el promedio nacional para un galón de gasolina bajá un centavo a $ 3,52.
La gasolina se disparó a más de 20 centavos por la mañana, mientras los operadores temían que los suministros serían escazos. Pero por la tarde, las ganancias se desvanecieron, y los precios terminaron bajando 3,3 centavos para cerrar en 2,7618 dólares por galón.
“Todo es cuestión de la falta de energía en este momento”, dijo Kloza.
