La selección española dio un paso adelante hacia una hazaña histórica, en busca de una triple corona inalcanzable aún en el fútbol mundial, con su clasificación para la final de la Eurocopa 2012, en un duelo de enorme intensidad y tensión, definido en los penaltis al terminar 0-0, en el último disparo, de Cesc Fábregas.
Al igual que los cuartos de final de la Eurocopa 2008, cuando España tocó la gloria con su segundo título europeo 44 años después del primero, el centrocampista marcó el lanzamiento decisivo, el 4-2 que dio el billete a la ‘Roja’ a su tercera final consecutiva y que agrandó la leyenda de un equipo que ya apunta a un nuevo entorchado.
Fue el final de un partido grande en Donetsk, de una tanda de penales que comenzó con parada de Rui Patricio a Xabi Alonso y que terminó con la euforia de la selección española, que mereció ganar ya en la prórroga y que ya espera rival en el Olímpico de Kiev: Alemania o Italia.