En medio de la criminalidad y la violencia que azota a Puerto Rico, el veterano cantautor José Nogueras ha lanzado la producción musical Toma el control, que invita a reflexionar con un contenido positivo que refleja, precisamente, la etapa en la que él se encuentra.
Este primer disco cristiano que el artista graba y que está salpicado por la bomba y otros ritmos tropicales, no representa su conversión a alguna religión en específico, pues lleva varios años visitando la iglesia católica, sin embargo, revela encontrarse con mucha paz y en una etapa espiritual “en la que el cambio fue de adentro hacia afuera”.
“Es como si te dieras un traguito de amor puro. La realidad puertorriqueña me ha empezado a doler demasiado y culpo a la politiquería. Los políticos básicamente mientras se desviven jugando el juego de la política el país se cae en pedazos. Y tú se los dices y te salen con una semántica bien bonita”, recalca.
En cuanto a su producción, cuyo primer corte es ¿Qué he hecho yo?, indica que lo realizó “al tiempo de Dios y no al mío”. Una vez culminado, entre las personas que lo escucharon fue su amigo, el cantante y pastor René González, quien halagó su estilo de cantarle al Señor.
“Cuando escribo las canciones, siempre me gusta que la escuche alguien de mi grupo (de trabajo) y me diga: ‘Eso está chévere’, para uno animarse. Resulta que René González me ha obsequiado con unas visitas a mi casa para tomarnos un café y comernos una mallorca y en una de sus visitas le canté unas canciones en el estudio y le gustaron”, narra al tiempo que indica que ambos interpretan en su álbum el sencillo Vamos a alabar a Dios.
José Nogueras, a quien en el 2005 le trasplantaron el hígado por padecer de cirrosis, producto de la hepatitis C que contrajo en 1980 debido a una transfusión de sangre, no siente grandes diferencias entre la vida que lleva al presente y la de su pasado
“Mi vida básicamente es muy parecida a la anterior. Yo nunca he dicho que me he convertido, yo simplemente he dicho que Dios me ha transformado. Mi respuesta es que he sufrido una transformación profunda, porque esto no fue que me acosté y me levanté así, esto fue que Dios me fue trabajando porque yo era sucio difícil y Dios me fue transformando. Si me dices cómo te sientes, te diría que en paz. Le doy gracias a Dios por sentir esto que fue un regalo”, detalla el músico.
En tanto, explica que el título de su proyecto musical, Toma el control, se debe a que desea motivar a las personas a que tomen el control de sus vidas con la bendición de Dios.
“Yo estoy promocionando una vida sana que es una nota espectacular y yo me he cogido todas las notas en esta vida. Pero esta nota que tengo ahora se la echo a cualquiera”, detalla.
Tuvo su proceso y encuentro con Dios
José Nogueras, quien en octubre de 2005 recibió un trasplante de hígado en la Clínica Mayo, en la Florida, confiesa que en medio de su recuperación “pasé por un proceso de reflexión y de cosas espirituales”.
“Tuve dos encuentros con Dios, uno el 8 de octubre de 2005 y el otro el 14 de octubre de 2005, y luego de ahí no tuve más encuentros. Comencé a caminar, a luchar y a sentir otra vez la vida. Me percaté de que muchas cosas no eran lo que yo creía”, aduce.
En su proceso, el vocalista fue hilvanando sus experiencias y bendiciones revaluando su vida, su familia, las amistades y equipo de trabajo.
El versátil compositor celebra, asimismo, que nunca le ha faltado el amor de su esposa, Marisell Muñiz, ni el de sus tres hijas, Corali Nogueras (28), Cristina María (21) y Beatriz Sofía (17), quien es estudiante del Instituto de Enseñanza Individualizada (IMEI).
Canta en las iglesias
Reconoce que le gusta cantar en las iglesias, no sólo católicas, sino también evangélicas, porque hay muchas comprometidas a levantar las comunidades y a hacer trabajos sociales contribuyendo positivamente al país.
“Las iglesias llevan un mensaje de paz, justicia y amor para que nuestra sociedad esté mejor”, dice.
Le remueven mancha cancerosa en la piel
Debido a que le trasplantaron el hígado, José Nogueras es propenso al cáncer en la piel, por lo que hace varios días le fue removida una mancha cancerosa en su oreja izquierda, la que para este reportaje tenía vendada.
“Como Dios es tan bonito no profundizó la mancha. Aprendí que cualquier trasplantado tenemos que estar evaluándonos con un dermatólogo cada tres o cuatro meses. El sol opera misteriosamente y se aloja con el medicamento que tomamos creando manchas de cáncer. Gracias a Dios ya se fue. Estoy casi hecho un médico. Me siento muy bien de salud”, precisa el guitarrista.
By: Frances Tirado / Primera Hora