La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos derogó tres cuartas partes de la polémica ley de inmigración del estado de Arizona, conocida como SB-1070, pero sustentó una provisión que, según los grupos que abogan por los derechos de inmigrantes, fomenta la discriminación racial.
El fallo de los magistrados se considera una victoria parcial para el presidente Barack Obama, tanto en sus esfuerzos por imponer la jurisdicción del gobierno federal sobre la de los gobiernos estatales en temas de inmigración como en su relación con la comunidad hispana cuyos votos serían cruciales en su aspiración a la reelección.
Muchas organizaciones de latinos temen que la ley facilite el hostigamiento por parte de las autoridades con preguntas sobre su estatus legal en el país.
Mientras que en Arizona, las autoridades locales celebraban que el fallo de la corte federal les diera parcialmente la razón.
Varias encuestas llevadas a cabo luego de la aprobación inicial de la ley de inmigración de Arizona en 2010, sugerían que la mayoría de los estadounidenses apoyan a la medida, en vista del malestar que genera entre muchos la presencia en el país de millones de indocumentados, en su mayoría de origen hispano.
Fuente: BBC Mundo