El tight end de los Patriots de Nueva Inglaterra, Aaron Hernández, salió de su casa detenido y esposado el miércoles, más de una semana después que un hombre de Boston fuera encontrado muerto en un sector industrial a casi dos kilómetros de la casa del jugador.
El joven de 27 años fallecido era un jugador del equipo de fútbol americano semiprofesional Bandits de Boston y se le vio por última vez con Hernández. Los familiares de la víctima han señalado que salía con la hermana de la prometida de Hernández y que, al ser amigos, estuvieron juntos la última noche que se le vio con vida. Por el momento no está claro las causas de la detención de Hernández aunque la policía ya ha anunciado que la muerte del joven fue un homicidio. Las autoridades realizaron varias búsquedas en la casa del jugador y por los alrededores de North Attleborough.