El Super Bowl 2014 ha sido la final más vista de la historia con 111,5 millones de espectadores. Pero tanto éxito se ha visto relativamente empañado por una polémica que ya comienza a ser tradicional en lo que al espectáculo musical del intermedio se refiere, referente a si los artistas actuaron en riguroso directo o en el siempre denostado playback.
Todo ha comenzado después de que Flea y Josh Klinghoffer, bajista y guitarrista de Red Hot Chili Peppers, salieran al escenario con sus instrumentos evidentemente desenchufados y admitiendo lo sucedido en la web de la banda.
“Cuando fuimos invitados por la NFL y Bruno Mars para interpretar nuestro Give it Away en la Super Bowl, siempre nos dejaron claro que las voces serían en directo, pero que el bajo, la batería y la guitarra podrían ser pregrabadas. Puedo entender a la NFL, puesto que tienen solo unos pocos minutos para preparar el escenario y hay un ‘zillion’ de cosas que pueden salir mal y arruinar el sonido para los amigos que estén en el estadio o los espectadores en televisión. La NFL no quería poner en riesgo su espectáculo“, asegura Flea.
En esta línea, recalca que ellos grabaron su parte antes de la actuación y después salieron al escenario para interpretar esas partes pre-grabadas, con Anthony Kiedis cantando en directo.