Los Red Sox de Boston completaron el miércoles su extraordinaria temporada con una victoria 6-1 (4-2 en la serie) ante los Cardenales de San Luis que les permitió celebrar la conquista de una Serie Mundial en su propia casa por primera vez desde 1918.
La temporada de los Medias Rojas apenas despuntaba en abril cuando ocurrió el atentado con bombas en el maratón de Boston. La tragedia ocurrió poco después de terminado el juego vespertino por el Día de los Patriotas. Pero el equipo logró un giro de 180 grados cuando logró la contratación del mánager John Farrell, tomando las riendas tras el despido de Bobby Valentine.
Se trata del tercer título en una década que fue trabajado con cuatro carreras de Shane Victorino y una apertura de John Lackey. David Ortiz, “Big Papi”, no bateó hits por primera vez en los seis juegos de la serie, pero recibió cuatro boletos, dos intencionales. El astro dominicano sólo falló en cinco de sus 25 apariciones. Temorosos de Ortiz, los Cardenales prefirieron no desafiarle. De todas formas, acabó la serie con un descomunal promedio de .688.
Poco a poco, los Medias Rojas minaron a Michael Wacha, el novato sensación de los Cardenales que no pudo pasar del cuarto inning. Fue una noche eléctrica en el Fenway Park, con los seguidores en el estadio de pie, gritando desde el primer lanzamiento, a pesar de que las entradas alcanzaron los 1,000 dólares.