SANTA CLARA, California, EE.UU. (AP) — Los Cachorros de Chicago nunca vieron a Colin Kaepernick lanzar una pelota de béisbol antes de seleccionarlo en la ronda 43 del draft hace casi cuatro años.
Sí lo habían visto lanzar una pelota de fútbol americano con la Universidad de Nevada, y eso fue suficiente. El problema es que no pudieron convencerlo para que cambiara de deporte.
Sam Hughes, buscador de talentos de los Cachorros, observa en la actualidad a Kaepernick y se sigue preguntando cómo se hubiera visto sobre la lomita de pitcheo el quarterback de la NFL. Es difícil no preguntárselo, dada la velocidad y precisión de cada lanzamiento, tenacidad y concentración.
Al final de cuentas, los Cachorros no pudieron alejar a Kaepernick de su deporte favorito: el fútbol norteamericano. Ahora, se alista para el Super Bowl como el mariscal de la ofensiva de los 49ers contra los Ravens de Baltimore el 3 de febrero.
Hughes y el entonces gerente general de los Cachorros Jim Hendry consideraron que debían intentarlo y confiar que Kaepernick reconsiderara. Hughes intentó durante dos semanas convencer a Kaepernick, quien había dejado muy en claro que no firmaría para jugar béisbol. El quarterback no daba crédito que alguien quisiera reclutarlo dado que él había sido bastante franco sobre mantenerse en el fútbol.
Pero los Cachorros sondearon la NFL —Hughes dijo que tres equipos diferentes— y se enteraron que Kaepernick iba a ser una selección de últimas rondas o incluso alguien que podría haber ido a la Liga Canadiense.
Ello parece ahora ridículo. Los 49ers seleccionaron a Kaepernick en la segunda ronda del draft de 2011, lo convirtieron en titular a la mitad de esta temporada y ahora le pedirán que los lleve al sexto campeonato de la franquicia en el que será apenas su décimo como titular en la NFL.
“Yo estaba observando a este alto y un poco delgado quarterback que era súper atlético y tenía un movimiento de lanzar realmente largo”, dijo Hughes. “Estaba conversando con algunos de mis amigos en Reno y dije, ‘¡por Dios!, me pregunto (cómo sería) si este chico jugara alguna vez béisbol, tiene un movimiento de brazo como un pitcher”’.
Hughes se puso a estudiar. Kaepernick lanzaba comúnmente a 90 millas por hora, pero ahora tenía aproximadamente 18 kilogramos (40 libras) más de peso como jugador de fútbol universitario.
El entonces entrenador del equipo de Nevada, Chris Ault, tuvo el reto de desarrollar el movimiento de brazo de Kaepernick para el fútbol, y esa no fue una tarea fácil con el quarterback que había sido un pitcher.
“En sus dos primeros años fue un lanzador como en sus días de pitcher: todo era de costado”, comentó Ault. “Ese era un hábito que teníamos que corregir. Uno podía ver que su movimiento para lanzar, el ritmo y precisión estaban ahí. En el último año como universitario fue cuando logró cuajarlo todo. Era alguien que estaba listo para la NFL, que podía realizar todas las cosas que le pidieran y además correr”, agregó.
Jim Harbaugh, entrenador de los 49ers, entiende el motivo del interés de los Cachorros para reclutar a Kaepernick para el béisbol.
“Es alguien que está dotado para lo que sea”, dijo Harbaugh. “Un gran jugador de fútbol americano, de básquetbol, de béisbol, un tremendo atleta, súper dotado”.
Associated Press
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