Obama busca mantener viva reforma migratoria

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WASHINGTON (AP) — La Casa Blanca buscó mantener en pie las delicadas negociaciones sobre inmigración el martes, mientras que el senador Marco Rubio, un republicano clave, marcó su distancia respecto de un anteproyecto de ley que los asesores del presidente Barack Obama preparan en caso de que fracasen las negociaciones en el Congreso.

La oficina de Rubio, senador republicano por la Florida, indicó que el plan de Obama “inyectó partidismo adicional a un proceso de antemano difícil”. La Casa Blanca, luego que el fin de semana se filtró información sobre su legislación en proceso, insistió en que el presidente desea que el grupo bipartidista en el Senado, del cual Rubio es integrante, proponga su propio proyecto de ley al respecto.

Obama conversó con Rubio el martes para reiterar su compromiso con el proceso del Senado, pero también para dejar en claro que él tiene su propia legislación lista, de acuerdo con Washington. El presidente además se comunicó con los senadores Lindsey Graham de Carolina del Sur y John McCain de Arizona, otros dos republicanos que participan en las negociaciones sobre inmigración.

“El presidente prefiere, por mucho, que el proceso del Senado avance, que el grupo bipartidista de ocho tenga éxito, y que ellos logren producir un proyecto de ley que se gane el apoyo de demócratas y republicanos en el Senado”, dijo el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney.

Los ayudantes del Senado dijeron en privado que las negociaciones bipartidistas van por buen camino y no han sentido, como se piensa, que la divulgación de detalles sobre el anteproyecto de Obama pueda frenar el proceso. De hecho, el proyecto de respaldo de Obama podría ejercer presión a los legisladores republicanos para generar pronto un plan similar del Congreso en lugar de apoyar una legislación vinculada con el presidente.

Si bien difieren en algunos detalles clave, ambas partes contemplan una legislación que ofrecería un camino a la ciudadanía para la mayoría de los 11 millones de inmigrantes que de antemano se encuentran en Estados Unidos sin autorización legal, el reforzamiento de la seguridad en las fronteras, el fortalecimiento del sistema de inmigración legal, y medidas más severas contra negocios que empleen a trabajadores no autorizados.

En un intento por distanciarse aún más de la Casa Blanca, la oficina de Rubio insistió que el equipo del senador no ha sostenido conversaciones con el gobierno en cuanto a asuntos de inmigración. Pero Alex Conant, vocero de Rubio, se retractó después de tales declaraciones luego que funcionarios federales de alto rango dijeron que representantes de la oficina del senador han participado en reuniones bipartidistas sobre inmigración con la Casa Blanca.

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