CENTENNIAL, Colorado, EE.UU. (AP) — Los policías que acudieron al sitio de una matanza en un cine de Colorado el año pasado no pudieron contener las lágrimas el lunes mientras narraban sus recuerdos al inicio de una audiencia preliminar contra el presunto autor, James Holmes.
Los agentes narraron entre otras cosas que hallaron una niña de seis años sin pulso, que impidieron que un hombre herido saliera de un coche policial en marcha porque quería regresar por su hija de siete años y que le pidieron a gritos a una víctima herida que no muriera.
“Después de ver lo que vi en el cine —algo horrible— no quería que nadie más muriera”, dijo el agente Justin Grizzle, quien transportó a varios heridos al hospital.
Con barba y desaliñado, James Holmes, acusado de la matanza en el cine, no pareció exhibir emoción alguna ante los testimonios que rindieron el lunes Grizzle y otros agentes en la sala del tribunal, atestada.
Los sobrevivientes y familias de quienes murieron observaban tranquilamente. En cierto momento, una mujer cubrió totalmente su cara con las manos cuando un agente narró cuando encontró a la niña de seis años.
“(Holmes) es un desalmado, en verdad. No tiene emoción. No tiene sentimientos. No conozco a alguien que pueda vivir de esa forma”, dijo Sam Soudani, cuya hija de 23 años, sobrevivió tras ser alcanzada por una esquirla de un artefacto que estalló en el cine.
En el primer día de una audiencia en la que se determinará si existen pruebas suficientes para enjuiciar a Holmes, el testimonio trajo a la memoria la emotividad de los días que siguieron a la tragedia del 20 de julio y que dejó 12 muertos y decenas de heridos en un cine en un suburbio de Denver.
La tragedia puso en su momento en primer plano los problemas de la violencia derivada de las armas de fuego y las enfermedades mentales, pero la atención amainó en los meses siguientes.
Ahora, unas semanas después de la matanza de 20 niños y seis adultos en una escuela elemental en Newtown, Connecticut, los fiscales exponen su caso en una nación inmersa en una controversia sobre la violencia derivada de las armas de fuego y las enfermedades mentales.
Esta semana surgirán nuevos detalles —como el estado mental de Holmes— entre la polémica sobre una gama de propuestas, como leyes de armas más estrictas, mejor atención psiquiátrica y la entrega de armas de fuego a profesores.
La audiencia se constituyó en la primera exposición amplia de evidencia contra Holmes.
Las autoridades han dicho que Holmes entró al cine con boleto y creen que dejó una puerta trasera abierta de antemano, salió a su vehículo y regresó con las armas. La Policía lo arrestó afuera del cine poco después del ataque.
Holmes no se resistió al arresto detrás de la sala de cine y dijo voluntariamente que en su departamento había trampas explosivas, dijeron los policías en una audiencia en la que los fiscales comenzaron a trazar su caso contra el ex estudiante graduado en neurociencias.
Hasta ahora, muchos detalles del caso han sido secretos. Tres días después del tiroteo, el juez de distrito William Sylvester prohibió a los abogados e investigadores hablar del caso en público y muchos documentos judiciales están archivados y sellados.
La Policía dijo que Holmes, de 25 años, acumuló armas, municiones y explosivos. Estaba estudiando el primer año de doctorado en neurociencia en la Universidad de Colorado, pero no pasó un examen final y se retiró, dijeron las autoridades.
La matanza ocurrió seis semanas después.
Associated Press
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