MOSCU (AP) — Un día después de que un alto funcionario ruso fue citado ampliamente con afirmaciones de que el presidente sirio Bashar Assad está perdiendo el control de su país, la cancillería de Rusia lo desmintió el viernes e insistió en que la posición de Moscú sobre la crisis no ha cambiado.
El vicecanciller Mijaíl Bogdanov, el hombre clave de Rusia en torno a Siria, fue citado por tres agencias noticiosas rusas, dos de ellas propiedad del estado, diciéndole el jueves a un grupo asesor del Kremlin que “hay una tendencia para que el gobierno (sirio) pierda progresivamente el control de una parte cada vez mayor del territorio”, al tiempo que agregó que “no puede excluirse una victoria de la oposición”.
Pero la cancillería rusa insistió el viernes en un comunicado en que Bogdanov sólo se estaba refiriendo a las afirmaciones de la “oposición siria y sus patrocinadores extranjeros en las que pronosticaban su rápida victoria sobre el régimen en Damasco”.
“En ese contexto, Bogdanov confirmó de nuevo la posición de principios de Rusia de que no hay alternativa para un acuerdo político en Siria”, afirmó Alexander Lukashevich, portavoz del ministerio, en el comunicado.
Bogdanov habló ante la Cámara Pública, un órgano asesor del Kremlin. Sus declaraciones citadas por las agencias noticiosas rusas representaron el primer reconocimiento oficial de Moscú de que el régimen de Assad podría caer, y seguramente el gobernante sirio lo consideró una traición, erosionando aún más su control del poder en medio de los éxitos de la oposición en el terreno y del reconocimiento de los opositores sirios por parte de Estados Unidos y otras potencias.
Las agencias rusas RIA Novosti e ITAR-Tass, ambas propiedad del estado, e Interfax citaron textualmente los comentarios de Bogdanov. La cancillería rechazó el jueves la solicitud de The Associated Press para una entrevista.
El ministerio emitió su desmentido unas 22 horas después, un período largo después de que medios rusos e internacionales reportaron las afirmaciones de Bogdanov y éstas generaron reacciones internacionales.
Rusia se ha unido a China en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para vetar tres resoluciones que habrían impuesto sanciones al régimen de Assad en torno a su sangrienta represión de las manifestaciones populares que comenzaron en marzo de 2011.
Moscú también ha seguido proporcionándole armas al gobierno sirio a pesar de las firmes protestas internacionales.
Associated Press
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