Tras la muerte de Michael Jackson en el verano de 2009, su hija Paris decidió retomar su educación en una escuela y poner fin al encierro al que se veía sometida en casa mientras vivía la leyenda del pop.
Sin embargo, la joven de 14 años reconoce que la experiencia con sus compañeros de clase no fue todo lo positiva que había esperado, ya que solían molestarla y marginarla con frecuencia a pesar de sus intentos por evadirse de las faltas de respeto.
“Varios de ellos intentaron hacerme mucho daño, aunque raras veces lo conseguían. En la escuela había gente que incluso me acosaba a través de internet o que me insultaba sin razón alguna. Yo nunca dejé que eso me afectara emocionalmente, pero no es fácil”, confesó a la presentadora Oprah Winfrey en la televisión estadounidense.
La mediana de los hijos del malogrado artista también confiesa tener problemas para socializar y hacer nuevos amigos, ya que nunca puede estar segura de si la gente se acerca a ella por puro deseo de amistad o por interés por su fama.
“En ocasiones siento que la gente es falsa conmigo, que solo se interesan por mí porque soy famosa, por lo que suelo rechazarlos enseguida”, añadió.
Por otro lado, Paris reveló que su padre siempre trató de ofrecer a sus hijos el tipo de vida relajada que él nunca pudo disfrutar durante su infancia, por lo que les animaba a jugar y a divertirse siempre que podían.
“Mi padre siempre nos contaba que él nunca tuvo una infancia normal. Siempre estaba grabando canciones en el estudio cuando el resto de niños jugaban fuera de casa. Él quería que nosotros tuviéramos ese tipo de vida, la que él no pudo disfrutar por comenzar su carrera a una edad tan temprana”, señaló.
Fuente: Bang Showbiz