Con tres Premios Grammy en su carrera y más de 23 millones de discos vendidos en todo el mundo, Alejandro Sanz sigue tan sencillo como cuando comenzó hace más de dos décadas. ¿Su secreto?: una familia que sabe cómo regresarlo a la realidad.
“Vengo de una familia andaluza donde tienen la llave para ponerte los pies en la tierra. Si se te sube un poquito te dan una colleja y te dicen: ‘Chiquillo, déjate de pamplinas’”, comentó el español a EFE.
Al respecto, recordó que antes del éxito trabajó muy duro para tener un lugar en la música, lo que hace que valore mucho más el puesto que tiene ahora dentro de la industria.
“Vengo desde muy abajo. Trabajé en los estudios prácticamente llevando cafés y el endiosamiento me parece un lugar muy incómodo. No me gustaría estar ahí. La vida es mucho más divertida y me llena mucho más con amigos y familia”, aseguró quien se encuentra de gira por Latinoamérica con su “Sirope Vivo”.
Una muestra de su humildad, es que todavía recuerda su primer viaje a Estados Unidos para darse a conocer y, desde entonces, sabe que cada país que visita merece un gran respeto y, sobre todo, mucho esfuerzo.
“Cada estado es un mundo diferente, es como trabajar en 50 países diferentes. Pero al final, el esfuerzo constante y el ir forjando una reputación como artista, funciona. Eso es así en la música y en cualquier profesión”, concluyó el intérprete.